sábado, 20 de octubre de 2007

la canción del perejil

me encuentro sentado en un banco de madera deshojando un perejil

formando parte de un movimiento,
de una melodía de seres que nos negamos a la soledad por unos segundos

estela, la máscara, me mira de reojo.
recostada boca arriba sobre la mesa de maderos antiguos que hay en la cocina.

una gatita se ha dado cuenta que se lleva bien con mis pies
que están desnudos en chancletas de jebe color ladrillo,
tostándose por el sol que se tira de cabeza desde el cielo ha meterse en nuestra cocina ;
ha jugar contra el tacto frío
de esas patitas que ha ratos me arañan o me acarician ,

eso no lo se.

la confianza que le expresan mis talones y talvez también mis dedos meñiques apiñados y deformes han hecho que hasta me rose suavemente con su mojada nariz infantil.

tan tan tantiuiuiuiui taaan …., la canción del perejil nos mueve,
las nubes la escuchan en su silencioso deshacer ,
uno de mis pies ulula inquieto, de acá pa allá,
tan tiun purun tiuntiun tatata…
la gatita salta con sus dos patas delanteras
tal una niña que ya quiere dejar de gatear.

escucha y siente tal vez la canción como un rumor de olas de un mar que la levanta a intervalos inconstantes.

así danza ,desde los huesos novatos, mi pie izquierdo con la despreocupada alegría de una gata que va perdiendo su expresión dulce
con el pasar de las nubes ,

los segundos ,

las hojas del perejil que se sueltan por el jalón de yemas insensibles
de los dedos
de las manos,

que tocan el instrumento deshaciéndolo.

la canción del perejil no es otra cosa que
el lamento de sus flacos tallos deshojándose.

la máscara me mira de reojo,
se da cuenta que en la canción también se escuchan recuerdos míos,
notas mudas de un paso de neurona,
un grito sordo de un pensamiento inútil y constante

latidos de un corazón que evoca y ensaya emociones y palabras,

tembladeras de hueso erizado.
el rezago de un mal sueño.

el perejil se va acabando y yo añoro la humedad de una nariz humana
que roce y desaparezca esas notas que no dejan escuchar la canción …

el ruido que no deja escuchar lo que sobra de las almas
que no deja escuchar el silencio de las ausencias
el vacío de sus catedrales
el murmullo de sus aguas
el enjugarse una lágrima
o el canto de las nubes…

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